Nazareno de San Frontis

El Nazareno de San Frontis es una talla de autor desconocido datado en la primera mitad del siglo XVII.
Tanto la cruz como la imagen, están talladas, en madera de pino y posteriormente policromadas. La túnica que viste es de terciopelo morada bordada en oro.
Antiguamente perteneció a la Cofradía de la Vera Cruz, de San Frontis y recibía culto en una ermita, llamada «de la Cruz», situada a la derecha de la carretera de Fermoselle, al final del barrio (desaparecida actualmente).  Actualmente es propiedad de la Iglesia de San Frontis, donde lleva desde el 2 de noviembre de 1800, que lo cede a la Cofradía de Jesús del Vía Crucis, para que realice sus procesiones y cultos durante el año. La imagen aparece citada documentalmente por primera vez en las cuentas de la Cofradía de la Vera Cruz, correspondientes al año 1655.

A lo largo de los años esta imagen ha sido restaurada en varias ocasiones, muchas de ellas desafortunadas, como por ejemplo en 1655 y 1687. En el año 1819 se volvió a restaurar por la mano de Manuel Rodríguez y en 1858 una vez más se le dieron unos retoques. Según se lee en el archivo de la Cofradía en junio de 1942 fue restaurada nuevamente, por Julián Manso Iglesias, sacerdote del Hospital Provincial, cobrando por ello la cantidad de setecientas cincuenta pesetas.
En el año 1945 se le colocaron las ponencias de plata realizadas y donadas por el joyero zamorano Bautista García Sánchez, actualmente retiradas.
En 1949, por primera vez, el tradicional triduo de penitencia da comienzo el viernes de Dolores, con el traslado procesional del Nazareno y termina el Domingo de Ramos.
En 1950 desfila por primera vez el Nazareno en mesa de ruedas, por esa fecha, el escultor Víctor de los Ríos, por la relación que tenía con la Cofradía al haberse realizado el encargo de la Virgen de la Esperanza, se ofreció para restaurar las manos de la imagen, pero fue el escultor segoviano, Florentino Trapero, quien finalmente le tallase unas nuevas manos y retocó el color del rostro y de la cabellera en 1954. Esta restauración fue costeada por la Junta Pro Semana Santa y por la Cofradía de Jesús del Vía Crucis. Junto a la restauración se le cambio la pequeña cruz por otra de mayor tamaño.
En el año 1962, por la devoción popular, estrena el Nazareno una túnica de lino blanco con un ceñidor de esparto. Cuatro años más tarde, en 1966, se estrena una nueva mesa procesional para el Nazareno realizada por el escultor D. Hipólito Pérez Calvo y a los cuatro años, en el año 1970, se realiza por última vez el traslado el Viernes de Dolores.

En 1990 se recupera de nuevo dicho traslado desde San Frontis a la Catedral y esta vez sale a hombros la tarde-noche de Martes Santo tanto el Nazareno como la Virgen de la Esperanza. Es este mismo año de 1990 la imagen del Nazareno recibe una nueva restauración de la mano de D. Nazario Diego Iglesias y estrena una nueva túnica morada bordada en oro.