Virgen de la Esperanza
La Junta Directiva de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis introdujo en la primera reforma de estatutos aprobado por el obispo de Zamora Jaime Font Andreu con fecha 18 de Noviembre de 1948 un breve y fundamental artículo 34 que permitió la incorporación de una nueva talla de la Virgen, bajo la advocación de la Esperanza, en la procesión titular. Más de medio siglo después, la imagen tallada por Víctor de los Ríos es una de las de mayor devoción en Zamora.
Aunque la inclusión en los desfiles procesionales de la Semana Santa, de una Virgen dolorosa bajo la advocación de la Esperanza sea algo habitual actualmente, no deja de ser una incoherencia. La Virgen de la Esperanza es una Virgen embarazada, una Virgen en estado de «buena esperanza».
Es una imagen más del tiempo de Adviento que de pasión. No en vano su fiesta se celebra sólo una semana antes que la Natividad, el 18 de Diciembre.
No se conocen en profundidad los motivos y las necesidades devocionales que impulsaron a introducir una imagen bajo esta advocación en la cofradía de Jesús del Vía Crucis. Ni se pensó que en una Semana Santa que se jactaba en aquella época de austera y castellana, una iconografía de este calibre echaba por tierra todos los arquetipos plásticos que presidían la celebración zamorana y modificaba notablemente la plasticidad de la procesión del Martes Santo en Zamora. La introducción de esta imagen debería de haber supuesto un replanteamiento de la estética procesional. El dinero para sufragar esta obra se obtuvo gracias a las gestiones realizadas por el tesorero de la cofradía, Gerardo Prieto Madrigal, con el subsecretario nacional de trabajo, el zamorano don Carlos Pinilla Turiño, que entrego a la cofradía un más que generoso donativo de veinticinco mil pesetas con el que se pudo adquirir no solo la imagen sino la mesa en que procesionaría. Para este fin, la Cofradía se puso en contacto con varios escultores: Enrique Benlliure, Ramiro Gutiérrez de la Vega, Juan Cristóbal, Enrique Pérez Comendador, Miguel Ferrons Abel, José María Benito Vives y Víctor de los Ríos.
Se dirigió a todos ellos por medio de una carta manifestando «… el propósito decidido de encargar a un gran imaginero –
Dejando aparte que el estilo castellano no existe y que a ninguno de estos escultores se le pidió referencias de su trabajo, los nombres que se barajaron se contraponen a los deseos expresados por la hermandad. Las preferencias de la hermandad se decantan por escultores estatuarios y de la zona centro, o sea, castellanos, excluyendo el trabajo de los imagineros aunque se pidiese una imagen de bastidor, trabajo más propio de los imagineros andaluces.
Vistos los pormenores con los que se realizó la elección del escultor, llego a pensar que, en el fondo, la decisión de encargar la imagen a Víctor de los Ríos ya estaba tomada de antemano. De alguna manera este escultor venía avalado o apadrinado por Carlos Pinilla Turiño. Así que, reconocidas todas las ofertas, la directiva acordó encargarle la realización de la nueva imagen al escultor. El resultado, una imagen de bastidor de 1,70 cm de altura, tallados los brazos y la cabeza haciéndolos articulados. Porta corona de plata realizada por el joyero zamorano don Bautista García Sánchez y manto de terciopelo verde bordado por las religiosas franciscanas del convento de Santa Marina de Zamora. Orlado con greca de hilo de oro y trescientas cincuenta y una estrellas donadas por devotos cuyos nombres quedaron escritos en el reverso del manto, ocultos por el forro; fue creado en el año 1962.
La primera procesión que realizó fue el Martes Santo 20 de marzo de 1951. Diez años más tarde, el Jueves Santo, 30 de marzo de 1961, desfila por primera vez la procesión de la Virgen de la Esperanza, desde la iglesia conventual de Cabañales hasta la iglesia de San Andrés y se constituye la Sección de Damas de la Virgen de la Esperanza, como rama filial de la cofradía. En el año 1954 la Cofradía mandó hacerle una peana para mejor culto de la imagen dentro de la Iglesia de Ntra. Sra. de Lourdes.
En el año 1989 Don Mariano Nieto Pérez restaura por mandato de la Directiva la imagen de la Virgen.
En la Semana Santa de 1990 y cambiando nuevamente el itinerario, salen a hombros de la Catedral la imagen de la Virgen de la Esperanza y la del Nazareno.
Actualmente y desde el año 2003 se encuentra ubicada en la Capilla de San Nicolás, dentro de la Santa Iglesia Catedral de Zamora.